sábado, 25 de febrero de 2012

Sal de vino hecha en casa

Ultimamente se han puesto de moda muchas "pijadas" en la cocina. La mayoría no aporta grandes cambios pero resulta simpático el toque que aporta a los platos. La semana pasada, buscando una receta, me encontré con la sal de vino casera. Y ¿no resulta más divertido prepararla en casa que comprarla?

Hay varias maneras de prepararla: al horno o con paciencia. La segunda es la opción que he puesto en práctica esta semana. Tiene su gracia, es como los experimentos de ciencias que hacíamos en el colegio. Solo se necesita sal y vino.

¿Qué tipo de sal? A poder ser sal maldon y, a falta de ella, sal gorda. Pero la primera queda mucho más bonita.

¿Qué tipo de vino? Tinto, por supuesto. A partir de ahí va a gustos.


En el fondo de un plato hondo se reparte la sal y se cubre con el vino. Se deja unos días "al aire" para que seque. Por la mañana y por la noche es necesario removerla. Y si se desea que el sabor sea más intenso, se va echando más vino con el paso de los días.

En cuanto al uso, habrá que ir experimentando.

¡Buen provecho!

2 comentarios:

  1. qué chulo!
    se puede hacer 'sal de cocacola' o 'sal de zumo de naranja', variando el líquido. jejeje

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    1. Pues habría que ver que tal agarra el sabor o el color y si queda bien seca. Con cocacola me lo podría imaginar pero con zumo de naranja... es sal... :P

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