Si me descuido lo como antes de hacer la foto... |
En casa no acostumbramos a comprar pan, ultimamente lo horneo. Tan rico queda que no llega a ponerse duro ni a sobrar.
Así es imposible hacer salmorejo... a no ser que se encuentre un sustituto. Se necesita un alimento sólido a la vez que harinoso, que no altere mucho el sabor: la manzana.
¿Por qué? Mi sangre gallega "contesta": ¿por qué no?
Está realmente bueno y sabe a salmorejo de verdad. Y quien lo dude, que pruebe...
10 tomates pera
2 manzanas golden (amarillas)
1 diente de ajo
Aceite de oliva
Sal
Jamón ibérico
1 huevo
Se escaldan los tomates en agua hirviendo hasta que se abre la piel. Se escurren y dejan templar para pelarlos sin dejarnos las huellas dactilares. Una vez pelados se trituran junto con las manzanas peladas, el diente de ajo pelado, sal y un generoso chorro de aceite, del orden de 100 mililitros. Como siempre, es cuestión de gustos.
Se deja enfriar en la nevera, como mínimo una hora para que esté bien fresco.
Mientras tanto se hace el huevo duro, se pela y se corta en trozos pequeños, al igual que el jamón.
Se sirve el salmorejo en plato hondo o taza y se echa por encima huevo y jamón.
Tan fácil, tan fresco, tan nutritivo y tan bueno.
¡Bueno provecho!
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