jueves, 31 de mayo de 2012

Arroz a la cubana, sí, el de toda la vida...


Un antojo desde ayer por la mañana: arroz a la cubana, como el que me hacían de pequeña en casa. Con su arroz, su salsa de tomate, su huevo y su plátano. Sin más. Es otro de esos platos que entiendo como habituales de la infancia de cualquiera.
Arroz a la cubana... pues en Cuba no se come así. Desconozco el origen del nombre pero el del plato sí sé que es canario. Claro, de ahí que lleve plátano, todo encaja.
Nada difícil de preparar, solo hace falta media hora de tiempo.

1/2 taza de arroz
1 taza de agua
1 huevo
1 plátano
1 diente de ajo 
Aceite
Sal

Para empezar, la salsa se hace como comenté hace unas semanas, aunque esta vez he rallado la cebolla y he dejado que sofriera antes de echar el tomate.

Pasemos al arroz. He usado del tipo bashmati sin motivo alguno, simplemente me apetecía más que el bomba.
En una sartén honda o cazuela y con un chorrito de aceite caliente, se echa el ajo picado. Se deja dorar, que no churruscar, y se echa el arroz y una pizca de sal. Todo esto con el fuego fuerte, sin despistarse y sin dejar de remover.
Se deja tostar el arroz cinco minutos removiendo constantemente. Se vierte el agua y se deja el fuego entre medio y bajo. Así tiene que dejarse, removiendo de vez en cuando, hasta que el arroz quede seco del todo. Nada de casi seco, seco del todo para que esté más suelto en el plato. Es por esto que no lo he hervido, para evitar restos de agua.
Esta cocción tarda unos 20 minutos.

Solo queda freir el huevo y el plátano. Para este último hay que tener cuidado que no se queme pero sin aceitar de más la sartén.
Y ya tenemos un arroz a la cubana.

Si alguien tiene otra variante del arroz a la cubana, que hable ahora o lo coma así para siempre.

¡Buen provecho!

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