El 2013 me ha traído más tiempo libre. El problema es que a más tiempo libre, más cosas quiero hacer, así que al final no me queda ni un minuto. Eso sí, entre las actividades retomadas está la cocina.
Empecemos con un aperitivo: mejillones con mousse de aguacate. Suena dificilísimo pero no lo es en absoluto. Además, voy a dar dos opciones: la corta y más sencilla y la larga (pero también fácil).
Un apunte antes de empezar: no soy muy amiga del uso de la nata pero en este caso se usa poca gracias a que el aguacate es de por sí muy graso.
Mejillones ¿Cantidad? Depende de cuánto se quiera servir a cada comensal.
1 aguacate (para unos 10 mejillones)
1/2 limón
Nata para montar (porcentaje alto de grasa)
Aceite de oliva
Azafrán
Tabasco (opcional, solo si gusta el picante)
Opcional: 2 hojas de gelatina
Tanto si los mejillones se compran cocidos como si se compran crudos y se cuecen en casa, se necesita guardar una taza de agua de cocción.
Lo primero es poner en una sartén pequeña el aceite de oliva, con un poco de azafrán aunque sin pasarse, para no exagerar el sabor. ¿Cuánto aceite? Unos tres o cuatro centímetros de alto. Fuego bajo y solo unos diez minutos tras los que se aparta del fuego y se deja templar.
Mientras tanto, se abre el aguacate, que debe de estar al punto, ni muy maduro ni muy verde. Se quita piel y hueso y se machaca con el tenedor hasta dejarlo como papilla. Se rocía con el zumo de medio limón y se vuelve a mezclar.
Por otra parte, se monta la nata. Cada cual que calcule, en este caso para un aguacate, basta con dos cucharadas de nata montada. Se mezclan los dos, se agrega tabasco al gusto y ya tenemos la mousse.
Para emplatar se pueden usar cucharas de aperitivo como las de la foto o bien vasos de chupito acompañados de una cuchara. Se hace una base con la mousse de aguacate, se corona con un mejillón y se baña con una cucharadita del aceite de azafrán.
Hasta aquí la versión sencilla. ¿Quién no ha visto aperitivos brillantes que parecen tener una capa de brillantina por encima? Tan fácil como echar gelatina disuelta.
Se remojan las hojas de gelatina en agua fría durante diez minutos. A continuación se calienta el agua de la cocción de los mejillones y se meten dentro las hojas ablandadas. Una vez disueltas y con el agua templada, ya está la "brillantina" lista.
Solo hay que echar una cucharadita por encima del aperitivo un rato antes de servirse.
¡Buen provecho!
Y dilo que también te estás dedicando a la fotografía...cada día son más bonitas! Enhorabuena!
ResponderEliminarJajaja, no, Sara, tanto como dedicarme no, pero estoy practicando bastante con la cámara. Eso sí, hago enecientas fotos para conseguir alguna decente... y a veces ni eso consigo :S
EliminarUn día quedamos, tú haces esos dulces estupendos y yo las fotos :D
Muchas gracias por el cumplido.