Sigo sin entender el porqué de que haya gente que use queso crema en lugar de mascarpone: el tiramisú sale mucho más bueno con el segundo y no está a precio de caviar.
Debo confesar que nunca había hecho tiramisú, pero ya no es novedad, casi todos los platos que muestro aquí no los había hecho antes. Al final me limitaré a colgar la receta y las fotos porque me parece que siempre digo lo mismo: ¡Es tan fácil de hacer!
Lo malo es que lo hice ayer y hoy solo queda un tercio: lo hemos tomado como desayuno, como aperitivo y como postre. He tenido que prohibir la apertura de la nevera para que quede tiramisú para mañana, lo que no sé es como evitar que uno que yo sé le meta mano antes de la comida.
18 bizcochitos de soletilla
180 ml. de café
1 chorrito de ron
2 claras de huevo
4 yemas de huevo
100 grs. de azúcar blanco (aunque habrá que probar con moreno...)
400 grs. de queso mascarpone
Cacao en polvo
Lo primero es hacer el café para que le de tiempo a enfriar. Se deja enfriando agregando un chorrito de ron. O mejor dos...
Se montan las dos claras a punto de nieve. Por otro lado se baten las yemas junto con el azúcar. Se agrega el queso mascarpone poco a poco y se sigue removiendo hasta que todo esté bien integrado y entonces se incorporan las claras. Se remueve hasta que quede homogeneo.
En un recipiente cuadrado o rectangular se ponen dos capas de bizcochos, dos tercios de los que tenemos, y se reparte el café por encima para que se empapen todos. Se cubren con la mitad de la mezcla de mascarpone, se reparte bien y se tamiza cacao en polvo por encima. Se hace otra capa con los bizcochos sobrantes y se repite la operación de la mezcla de mascarpone y del cacao.
¡No probar! A la nevera unas horas. Mejor si se hace un día antes de comerse aunque la tentación está ahí...
Un apunte antes de ir a vigilar la nevera: no he utilizado chocolate negro rallado porque en verano se deshace con demasiada facilidad y es difícil trabajar con él. Pero es una opción estupenda.
¡Buen provecho!