lunes, 6 de agosto de 2012

Macarrones gratinados con salsa de tomate y pimiento



Recién salidos del horno
Otro de esos platos que creo que todos los treintañeros hemos comido en nuestra infancia ¡macarrones gratinados! Estoy casi segura de que hacía años que no los comía pero ya que estamos cocinillas, he decidido variarlos un poco.
Estos no llevan carne o chorizo, aunque este segundo estuvo en la mesa temblando ante el cuchillo hasta el último momento. Tampoco es salsa de tomate corriente, si no una variante con pimiento.
Quitando estos dos detalles, es una receta bastante tradicional.

Macarrones (la cantidad depende del hambre y del número de comensales)
6 tomates pera
1 cebolla dulce
1 pimiento rojo mediano
Queso emmental o queso parmesano 
Aceite de oliva
Sal

Lo primero es escaldar los tomates. Ya se sabe, se pone agua a hervir y se echan los tomates 10 minutos a fuergo bajo. Se apartan para que templen.
Se vuelve a poner agua a hervir con sal y se echan los macarrones a cocer.

Por otro lado se pocha la cebolla y el pimiento con un chorrito de aceite. No hace falta cortarlos muy pequeños.
Se pelan los tomates y se trituran hasta quedar echos salsa. Se hace lo mismo con la cebolla y el pimiento: se apartan del fuego y se trituran pero no hasta hacerse puré, solo hasta que queden pedazos pequeñitos.

En cuanto están cocidos los macarrones, se escurren y se mezclan en la olla con el tomate y las verduras trituradas. Se echa queso al gusto y se remueve bien.
Se reparten en una bandeja honda apta para horno y se cubren con una buena capa de queso.

En el horno caliente y en modo grill o gratinado se mete unos 10 minutos o hasta que la capa de queso esté dorada lo que significa que estará crujiente. Ya es sabida mi pasión por lo crujiente.

Lo bueno de este plato es que se puede preparar horas antes y cuando se vaya a comer, se gratina (y calienta al tiempo) en el horno.

¡Bueno provecho!

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