¿Extraño? Sí, es inconcebible una fajita sin su correspondiente tortilla. O no.
Hoy en día en cocina se deconstruye, se distorsiona, se desmonta, se recompone y se hace lo que se quiere con los platos de siempre. Si hay cocido deconstruido o gazpacho de sandía ¿por qué no pueden haber fajitas sin tortilla?
Pues dicho y hecho, aquí están, de jamón o de salmón, dependiendo del gusto, a nosotros nos gustan de los dos tipos :)
1 cebolla
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
Salmón ahumado fileteado
Lonchas de jamón ibérico "del bueno"
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Tan sencillo como pelar la cebolla, partirla por la mitad y "filetearla". Se lavan los pimientos, se parten en cuatro partes cada uno y luego se cortan tiras finas.
En una sartén con un chorro de aceite ya caliente, se echan los tres ingredientes y se dejan pochar tapados a fuego bajo, removiendo de vez en cuando. No hace falta estar pendiente, se puede estar a otras cosas mientras no se quede la sartén olvidada por el resto de los tiempos.
Cuando las verduras estén pochadas, se apartan del fuego y se dejan templar.
Para emplatar, en cada loncha, sea de salmón sea de jamón, se pone un puñadito de verduras y se enrolla. Si no cierra bien, basta con pinchar un palillo para asegurar la fajita. ¡Y ya está!
Es de lo más fácil que hay, se hace sin esfuerzo y es una cena deliciosa. A mi me han sobrado verduras así que las mezclaré mañana con quinoa y comida solventada.
¡Buen provecho!
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