¿Albondicidio? No hay que exagerar. Los puristas mejor que se abstengan de seguir leyendo.
Creo que con los platos de toda la vida, como con todo, hay que renovarse y adaptarse.
En casa el pan no llega a ponerse duro, cuando compramos pan es para comerlo. En cuanto a hacer las albóndigas en el horno, solo existe un motivo, que sean lo más sanas posibles y poco pesadas.
¿Por qué voy a detallar como hacer las albóndigas de principio a fin? Aunque parezca mentira no todo el mundo sabe hacerlas. Es más, no me avergüenza decir que yo nunca había hecho. Ahora ya tenemos guardadas en el congelador para la próxima vez...
300 gramos de carne de ternera picada
300 gramos de carne de cerdo picada
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 huevo
Perejil, orégano o tomillo, las hierbas que más apetezcan
Lo primero es la carne a usar. Si es una carnicería de confianza es mejor dejarse aconsejar. Si es posible que piquen la carne dos veces nos ahorran trabajo. Si no, se tiene que picar de nuevo en casa.
Para preparar las albóndigas, en un bol grande se echa la carne, la cebolla y el ajo picados (a poder ser con picadora), el huevo y las hierbas aromáticas que se quieran. Yo agregué un poco de pimienta negra molida también pero va a gustos. Se remueve todo hasta que quede bien mezclado. Sin miedo a usar las manos.
Ya se pueden hacer las pelotas, del tamaño que se quiera. Si son de tamaño estándar, con estas cantidades salen unas 20 o 22 albóndigas.
Con el horno precalentado, se meten en el horno repartidas sobre papel vegetal en la bandeja. A unos 200º, unos 9 minutos, se les da la vuelta y otros 9 minutos. Si se quieren mas o menos hechas el tiempo variará, claro.
¿Nos las comemos así?
Por supuesto que no, tan sencillo como preparar una salsa de tomate con cebolla, ajo, un chorrito de caldo de verduras, un chorrito de vino blanco y sal. Todo en una cazuela de barro, chup chup, y se añaden las albóndigas para que se empapen.
Recomendación: preparar este plato, salsa incluida, el día antes para que cojan más sabor. Y si se quieren congelar, mejor en crudo, antes de darles forma.
No sabía que era tan fácil hacer albóndigas, yo pensando que era exageradamente laborioso.
¡Buen provecho!